
La ley que permite la degradación orgánica natural de los cadáveres humanos avanza en los estados americanos. Popularmente conocido como compostaje humano o bio, hace tan solo unos días que la gobernadora neoyorquina Kathy Hochul legalizó este método de entierro convirtiendo Nueva York en el sexto estado de los Estados Unidos en aprobarlo, después de Washington (2019), Colorado, Oregón (2021), Vermont y California (2022)
Presentado como una alternativa ecológica al entierro o cremación de personas alegando la reducción de emisiones de dióxido de carbono al medio natural y un ahorro del espacio, los defensores de esta alternativa indican que con este servicio se puede ahorrar una tonelada de carbono en comparación con una cremación o un entierro tradicional.
Otra ventaja más que añaden es la económica, mientras que el coste promedio de un entierro tradicional ronda los 7.848 dólares y 6.971 dólares una cremación, esta nueva técnica de entierro oscila entre los 5 y 7 mil dólares.
Según Recompose, empresa veterana dedicada al compostaje humano, el cuerpo del difunto se coloca en un recipiente reutilizable con materia vegetal como astillas de madera, alfalfa y paja que se descompone gradualmente bajo la acción de los microbios. Esta materia orgánica se irá descomponiendo rápidamente en aproximadamente 30 días, y tras un proceso de calentamiento para eliminar cualquier posible infección, se entrega a los familiares casi un metro cúbico de abono para tierra (el equivalente a unas 36 bolsas de tierra), que podrán usar para abonar su jardín, fertilizar plantas, flores, vegetales o árboles.
Sin embargo, “este método alternativo y verde de entierro que se alinea con una visión filosófica de la vida, viviendo de manera consciente con el medio ambiente” no es compartida por todos.
La Conferencia Católica del Estado de Nueva York se ha opuesto a este método de entierro calificándolo como “inapropiado”. “Un proceso que es perfectamente apropiado para devolver los recortes de vegetales a la tierra no es necesariamente apropiado para los cuerpos humanos”, declaró Dennis Poust, director ejecutivo de esta organización.
“Los cuerpos humanos no son desechos domésticos y no creemos que el proceso cumpla con el estándar de tratamiento reverente de nuestros restos terrenales”, concluyó.
Según el Comité de Relaciones Estadounidenses-Islámicas (CAIR), en dos de estos seis estados en los que ya se ha aprobado el compostaje humano, Nueva York y California, residen las comunidades musulmanas más importantes de Estados Unidos. A día de hoy, no se conoce ninguna declaración de sus representantes respecto a este método de enterramiento.