domingo. 02.04.2023
PAGA EXTRA DE VERANO

La Ciudad vuelve a regalarle 65.000 euros a la fantasmagórica delegación de la Comisión Islámica en Ceuta

* El Islam como herramienta para depredadores de subvenciones

* Ceuta es la única ciudad de España que le regala dinero a una inerte y demagógica  delegación de la CIE

* Pagar para que todo siga igual: enriquecer a unos, empobrecer a otros

lobos ok

La Ciudad vuelve a regalarle 65.000 euros a la delegación de la Comisión Islámica en Ceuta, que no a la Comisión en sí, ya que, de ser así, parte iría a parar a las distintas entidades que la conforman.

Es indecente que estas personas reciban dinero sin ofrecer nada a cambio, pues no se les conoce actividad de ningún tipo en  beneficio de la comunidad a la que se deben. Son opacos por naturaleza. 

Mounir Benjeloun, presidente de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI) confirma que no reciben ni un céntimo de las subvenciones que Ceuta viene concediendo a la delegación de la CIE en Ceuta, como tampoco existe constancia de que la CIE nacional reciba parte de ese dinero, menos aún ninguna de las 70 entidades islámicas inscritas en la ciudad. La  FEERI realizará seguimiento sobre el destino de este dinero y por el percibido en años anteriores por si en ello existiese quebrantamiento del Acuerdo del 92. En sus casi 30 años, la CIE no dispone de portal de transparencia, ni lo quiere, pues “gobierna” a ordeno y mando aplicando sistemas opacos sin ningún tipo de rubor.

Estos 65.000 euros se sustentan sobre argumentos fallidos de justificar, cada cual más incongruente en su enumeración. Recibir dinero con el pretexto de fomentar las relaciones institucionales para analizar la enseñanza religiosa islámica en los centros educativos es tan descabellado como decir que se subvencionan las reuniones de las asociaciones de padres y madres para reunirse con Educación o, lo que es lo mismo, pagar a las empresas de catering para que expongan sus propuestas de comedor escolar. Ceuta será la única ciudad en la que su Consejería de Educación paga por recibir visitas, toda vez que esta materia no está transferida y depende en exclusiva del Ministerio de Educación y Formación Profesional, y para cuyo seguimiento la CIE nacional ya recibe jugosas cuantías del Estado: 433.130,51 euros en 2021, en plena pandemia sanitaria y sin apenas actividad.

Hablar de incentivar el deporte como medio de integración entre credos y culturas a estas alturas, constituye todo un alegato a despreciar por completo la historia de la ciudad y sus gentes; siglos de convivencia que el gobierno de la Ciudad declina reconocer mientras destina dinero público a implementar políticas y actuaciones que apuntalan las diferencias ahondando en estigmas y negando la naturalidad de sus habitantes.

caja con dinero

Otro argumento falaz con el que llenar el bolsillo de esta delegación resulta tan ridículo como caduco, pues disponer de unos carteles informativos sobre cómo celebrar un Ramadán de manera saludable es parodiar a los musulmanes como ignorantes de su religión en los que hay que invertir para que se enteren de la manera en tienen que comer. Sensato y razonable es financiar campañas de vacunación, primeros auxilios, adquisición de hábitos saludables…pero no decir cómo preparar el banquete de Navidad, la vigilia de Cuaresma o el Diwali hindú.

En un estado aconfesional es difícil entender cómo una administración destina fondos públicos a velar por el buen estado de los lugares de cultos; centros privados que al igual que las sociedades gastronómicas, deben autofinanciarse a través de las aportaciones de sus feligreses o socios comensales.

Los servicios sociales son servicios de proximidad que cuentan con profesionales competentes en su ámbito de gestión, por lo que el argumento de fomentar la orientación familiar abre muchas incógnitas sobre lo que realmente van a financiar.

El colofón final al anuncio de este convenio de colaboración entre el gobierno de Ceuta y la delegación de la CIE es un edulcorante de buenas palabras con el que vaciar las arcas públicas y enriquecer a unos pocos. Mencionar que se facilitarán los medios para garantizar la libertad religiosa y de culto entre los reclusos del centro penitenciario le queda bastante grande al gobierno ceutí, pues está fuera de sus competencias.

La prestación de asistencia religiosa en el centro penitenciario de Ceuta está garantizada a través de un imam, designado por la CIE con el máximo rigor del secretismo, correspondiendo a la Dirección General de Instituciones Penitenciarias sufragar con cargo a sus presupuestos los gastos materiales y de personal.  Esta financiación de gastos y nómina de personal se garantiza mediante la suscripción de un convenio anual entre el Estado y la CIE nacional, que es quien recibirá el importe del salario del imam contratado y la responsable de acreditar de forma fehaciente la prestación de la asistencia. Un convenio de colaboración, además, que excluye la compatibilidad con otras subvenciones, por lo que percibir esta subvención autonómica podría incurrir en causa plena de incompatibilidad. 

Un anuncio con dotes demagógicos con que disfrazar el pago anual acordado para mantener todo igual. Un insulto a la dignidad de los musulmanes que no conocen actividad alguna de la CIE en beneficio colectivo, menos aún en defensa de sus derechos, toda vez que un atraco a la honradez tributaria de sus ciudadanos. 

Ceuta reproduce el patrón de su matriz; ni la CIE nacional ni su delegación en Ceuta responden sobre el destino final de este dinero, como tampoco lo hicieron en años anteriores. No existen memorias anuales ni registros de actividad de ningún tipo, antes bien parecieran exentos a la hora de justificar ese dinero, y tantos otros.

Ceuta es la única ciudad de España que regala dinero a una delegación de la CIE y sin exigir justificación de destino, no constando en el portal de transparencia de la ciudad los conceptos, actividades y facturas que lo justifiquen.

Si una vez más, este convenio, encuadrado en la voluntad y compromiso de la Ciudad de atender las tradiciones de las comunidades religiosas de Ceuta, tiene como espejo la reciente privatización de la celebración del Eid Al Adha, mientras se enriquece a unos en su nombre, a la comunidad islámica le queda poco que agradecer y mucho que reclamar.

La Ciudad vuelve a regalarle 65.000 euros a la fantasmagórica delegación de la Comisión...